Javier Gómez, La Razón.
La verdad sea dicha: «Ségo» y «Sarko», pronunciados a secas, parecen dos sobrenombres más apropiados para un personaje de ficción, como Tintín, Batman o Zipi y Zape, que los apelativos de los favoritos para alcanzar la Presidencia de Francia en las próximas elecciones. Quizás por ello, o porque los franceses empiezan a hartarse de un país que no sabe reírse de sí mismo, mientras las ventas de los sesudos diarios «Le Monde» y «Libération» caen en picado, un nuevo género, el cómic, aprovecha el tirón de los dos mediáticos candidatos al Elíseo. Son ya media docena los álbumes políticos presentes en las librerías. El primero que supo ver el filón de las carcajadas a costa de la política, «La face karchée de Sarkozy», ha vendido la friolera de 200.000 ejemplares. Y comparte, con otros tres títulos –entre ellos la biografía del presidente Jacques Chirac publicada esta semana–, el simbólico honor de figurar como producto estrella en las escaleras de entrada de la mayor librería de los Campos Elíseos. «La face karchée de Sarkozy» no es sólo una guasa sobre el ministro del Interior, que también. Está concebida como un reportaje sobre la «cara oculta» del líder del centro derecha (como indica su título), escrita por Philippe Cohen, un bregado periodista de investigación. «Quería hacer un libro sobre Sarkozy. Me di cuenta de que actuaba como un personaje de cómic. Cada día nos servía un: ‘Sarkozy en Córcega’, ‘Sarkozy en los barrios bajos’ o ‘Sarkozy en Nueva York’. Un tebeo era el mejor modo de acceder a la verdad de un personaje como él, construido en torno a la imagen», afirma el autor. Aunque este cómic critica duramente al candidato de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el Partido Socialista no podía dejar a «Sarko» sólo en los estantes de libros ilustrados. Quien se puso manos a la obra para hacer un libro sobre su rival «Ségo» no fue un dibujante de éxito, sino Olivier Faure, candidato a diputado y director adjunto de gabinete del primer secretario socialista, François Hollande. A la sazón, compañero sentimental de Ségolène Royal. El resultado de este serial venezolano lleva por título «Ségo, François, papá y yo» y relata su fulminante conquista del Partido Socialista. «Lo que espero es que gente que ha abandonado la política pueda, con unas horas de lectura, volver a interesarse por ella», admite su autor. El cómic lleva por signo la irreverencia. Y el libro sobre Ségolène Royal, de trazo realista y trama elogiosa, no podía ser el único en su género. Nació entonces «Todo sobre Ségo», cuya portada, con un estilo similar al de «Mortadelo y Filemón», retrata a la candidata socialista como una cazadora que, fusil en mano, ha colgado en su salón las cabezas de los líderes de su partido eliminados para llegar al poder. Eso sí, en las librerías, el eléctrico «Sarko» despluma en ventas a su rival, más insulsa. ¿Una premonición de las presidenciales?